Venenos anímicos del lider: la victimización
Quizás uno de los estados de ánimo más destructivos para personas y organizaciones es la victimización. Cómo lidiar con él.
Volvemos después de un tiempo a esta serie de posts sobre los venenos anímicos. Ya hemos recorrido las descripciones del escepticismo, el agobio, la ansiedad, el resentimiento y el cinismo, de acuerdo con el entendimiento que he ido desarrollando en mi práctica de coaching y consultoría. Hoy vamos describir la victimización. Quizás uno de los estados anímicos limitantes más frecuentemente encontrado en personas y equipos.
Veamos algunas dimensiones para observar este estado de ánimo:
- Trasfondo interpretativo: Para quien esta dominando por el estado anímico de la victimización la interpretación dominante podríamos expresarla así: ¨Mi circunstancia no me gusta y no puedo hacer nada para cambiarla. Son otros los causantes de dicha circunstancia y son los que deberían actuar para cambiarla. Todas mis posibilidades dependen de ellos¨.
- Relación con la acción: desde la victimización las posibilidades no están en nuestras manos. Son otros los "culpables" de nuestra falta de posibilidades. Por ende quien habita este estado anímico es un "inocente" que solo puede esperar que el mundo cambie.
- Relación con la temporalidad: para quién se encuentra en este estado de ánimo el futuro y las posibilidades tienen que ver con las acciones de los demás, son responsabilidad de los demás.
- Mirando desde dentro: La persona mira el mundo como un espacio que lo pone en el lugar de la impotencia. Es el mundo y los demás el problema, ya que no hacen lo que deberían. No hacen lo que yo espero. El que habita en la victimización se ve a sí mismo como inocente e injustamente tratado.
- Mirando desde fuera: Como observadores podemos ver a la persona en el estado de escepticismo como alguien que no ve posibilidades de acción, sobre todo cuando aparecen obstáculos. Desde este marco interpretativo las personas suelen ubicarse en la postura de "inocentes" renunciando a toda responsabilidad sobre su circunstancia y asignando dicha responsabilidad al mundo, o a los demás. La victimización florece antes los obstáculos y congela la acción. Vuelve a las personas indolentes, autoindulgentes y resignadas. La "inocencia" tiene un costo muy alto: nos vuelve impotentes y prescindentes.
Pregunta para reflexionar: ¿En qué circunstancias me sumerjo en la victimización sintiéndome inocente y mal tratad por el mundo? ¿Es la victimización un estado de ánimo familiar para mi? ¿Es familiar para mi equipo? ¿De qué maneras podría salirme de la victimización?
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