Tendencias condicionadas: lo que guarda el cuerpo
Descubrir nuestras tendencias condicionadas nos permite recuperar nuestro cuerpo y lo que tiene para decirnos, para aprender a navegar los cambios.
Strozzi-Heckler cuenta en caso de un niño pequeño que luego de pasar el día con su niñera ve a su mamá que se acerca caminando por la vereda de su casa. El niño excitado corre hacia ella, al tiempo que un vecino enciende su maquina de cortar pasto. El niño se asusta y se mezcla la alegría por ver a su madre con el miedo. La madre alza al niño al tiempo que le dice que todo esta bien y que no hay porque llorar. El niño sigue llorando porque esta verdaderamente asustado. La madre le dice que so no para de llorar lo va a dejar en el piso. La posibilidad de verse separado de su madre lo aterroriza, llora más. Ella entonces lo baja al piso. El niño tensiona su mandíbula y retiene su respiración para tratar de rechazar su miedo y dejar de llorar. La madre vuelve a lazarlo y confirma su respuesta: ¨Ese es un niño bueno¨.
Este es un ejemplo de como se va estableciendo una respuesta condicionada, en este caso ante las situaciones de miedo, que implica apretar mandíbulas y sostener la respiración. Esta se volver a una manera de responder ante situaciones nuevas, imprevistos y cambios. El mensaje es: ¨tienes que superar rápidamente el miedo y las lágrimas si quieres ser amado¨. Este mensaje genera una cierta disposición corporal que afecta la forma de relacionarnos con la vida. Así se van estableciendo tendencias condicionadas que son como el alojamiento corporal de nuestra neurosis.
Quizás en el momento de su establecimiento, estas tendencias condicionadas fueron efectivas para sobrevivir. La pregunta es: Esta respuesta, ¿sigue siendo útil y relevante ahora?
Nuestras tendencias condicionadas pueden expresarse en diversas formas que tienen gran influencia en nuestros procesos de aprendizaje:
Disposiciones corporales: El coaching a través de una intervención en el dominio del cuerpo nos ofrece la oportunidad de experimentar como física y energéticamente nos volvemos nuestra tendencia condicionada. Es muy útil poder observar nuestro cuerpo para ver cómo nos expandimos, nos contraemos y nos movemos a través de nuestra vida cotidiana. Como por ejemplo, ante ciertas circunstancias elevamos nuestros hombros hacia las orejas, movemos rítmicamente la pierna izquierda.
Pensamientos: Obviamente las tendencias condicionadas toman muchas formas, el ausentarnos de nuestra emoción con cierta tendencia que podemos ver en nuestro cuerpo puede estar acompañada con una estrategia bastante habitual para evadirnos: la racionalización. Nos ausentamos de nuestro cuerpo y nuestras emociones envolviéndonos excesivamente con nuestros pensamientos.
Dilemas: Mientras hacemos grandes esfuerzos para cortar nuestra excitación, nuestros gestos, nuestra emoción y nuestras expresiones que en el pasado fueron desaprobadas, racionalizamos nuestra dilema. Mientras adoptamos una forma correcta, una forma de niños buenos, nuestras tripas están en llamas.
Diversidad de estrategias: Algunas personas sobreviven volviéndose buenos niños, mientras otras lo hacen volviéndose rebeldes, eternos adolescentes. en este ultimo caso respondemos defensivamente aún ante quienes buscan nutrirnos. En este caso quizás tensionamos las piernas y los pies y retenemos la respiración. Nos ponemos en pie de guerra aún con quienes nos quieren ayudar. Estas estrategias suelen generar una sensación de ansiedad respecto de quienes somos.
Para la reflexión: ¿Ves en tu cuerpo respuestas estereotipadas ante ciertas situaciones? ¿Cómo influyen en tu capacidad de responder a dicha situación?
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