Mascherano y el liderazgo: 3 disposiciones imprescindibles
Observar a jugadores de fútbol nos puede permitir aprender sobre el fenómeno del liderazgo, pero también sobre otros valores positivos pero que no son los centrales a la hora de producir liderazgo. ¿Cuáles son las disposiciones imprescindibles del líder?
Con motivo del mundial se multiplicaron los análisis sobre el liderazgo de jugadores y en particular sobre el desempeño de Javier Mascherano, para muchos capitán sin brazalete de la Selección Argentina de Fútbol. Algunas crónicas, dicen que este jugador es un buen líder porque cultiva el sacrificio, el trabajo y la humildad. Otras notas periodísticas hacían foco en la concentración y el compañerismo. Si bien todas estas virtudes son valorables e importantes, no las veo centrales a la hora de producir liderazgo. De hecho no todos los liderazgos se basan en ellas, les dejo el trabajo de buscar los ejemplos. 🙂
A partir mi experiencia de entrenamiento de líderes, asigno importancia fundamental a tres disposiciones que considero imprescindibles y creo que son las que hacen que veamos en Mascherano el despliegue del fenómeno del liderazgo:
- Los líderes ponen su identidad en riesgo: Los líderes no lo son porque sean humildes, trabajadores y sacrificados (aunque estas virtudes ayudan sin duda). Son líderes porque ponen su identidad en riesgo. En los líderes vemos consistencia entre la visión que declaran y sus actos. Cuando un líder comienza, muchas veces lo único que tiene es una historia poderosa acerca de un futuro valioso y posible, que lo lleva a declarar su visión. Aprender a construir, cultivar y contar historias que abran posibilidades e inspiren a otros es central en el proceso de liderar.
- Los líderes actúan ¨desde¨ su visión: La visión no es algo que permanentemente se evalúa respecto de los buenos o malos pronósticos. El líder inspira porque vive ¨parado¨ en su visión, no esta buscando argumentos para creer en ella, se dirige hacia ella. El líder encarna esa historia en su vida y en sus acciones, no mira pronósticos, le pone el cuerpo a sus objetivos.
- Los líderes trascienden los tres venenos anímicos fundamentales: los líderes suelen vivir en estados de ánimo poderosos y que contagian a su alrededor: ambición, entusiasmo, resolución, apertura, confianza. El fenómeno del liderazgo implica, en gran medida, cultivar estos estados anímicos en los equipos. Estos estados de ánimo son tonalidades emocionales de fondo, de las que solemos no ser conscientes y que tiñen nuestra forma de mirar el mundo. Los líderes contagian sus estados de ánimo poderosos en lugar de ser contagiados por estados de ánimo limitantes que lamentablemente veo, en mi práctica de consultoría, como enfermedades endémicas en las organizaciones. Les quiero mencionar los que considero los tres venenos anímicos fundamentales:
- La resignación: la mirada del resignado nos dice: ¨no vale la pena, nada va a cambiar¨. Detrás de la resignación hay una mirada que no ve posibilidades, una especie de renuncia a un vida plena y rica en posibilidades.
- La victimización: la mirada del victimizado nos dice: ¨mis posibilidades dependen de personas y circunstancias que están fuera de mi alcance e influencia. Mis desgracias dependen de ellos. Solo me resta esperar que ellos cambien¨. Los victimizados con el afán de verse bien, de ser inocentes, terminan volviéndose impotentes.
- El cinismo: los cínicos parecen decir: ¨no hay nada ni nadie que merezca mi respeto¨. Para el cínico nada ni nadie es digno de ser tomado en serio. Nada ni nadie tiene la autoridad para poder enseñarles algo.
Para los envenenados por la resignación, la victimización y el cinismo, no hay en el mundo posibilidades que valgan la pena. Nada que justifique el riesgo. Ninguna historia que los conmueva e involucre. Claro que ellos no se ven así, más bien suelen verse como lucidos y sagaces, más que como temerosos y desconfiados.
Los líderes, en cambio, hacen foco en sus posibilidades de acción, son protagonistas. Ven posibilidades grandes para sus proyectos y su vida, son ambiciosos. Están abiertos a aprender y a desarrollarse, ven el mundo como un espacio de creación, por lo que son entusiastas, abiertos y confían.
Nuestra Selección Argentina, con Mascherano como un representante destacado, mostró que su estado anímico, su historia de realización y gloria, su protagonismo y su voluntad de tomar riesgo, eran mas grandes que los desafíos del contexto (como críticas, dudas e ironías). Esto se podía ver en sus cuerpos, en el foco de sus acciones y en su conversación. No usaban los obstáculos y pronósticos de fracaso como excusa para degradar su visión.
Comparto una pregunta final que les propongo formularse: En mis proyectos, ¿estoy usando alguna dificultad u obstáculo en el camino, como excusa para renunciar a mis sueños y dictaminar que ¨no se puede¨?
(Este artículo lo escribí especialmente para el blog de mi amigo Gonzalo Alonso, y me pareció buen momento para compartirlo en éste espacio)
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