Una enseñanza de mi maestro Tsoknyi Rimpoche sobre nuestra capacidad de cruzar puentes significativos y cultivar plenitud en nuestras vidas.
En su libro
Open Heart, open Mind (Corazón abierto, mente abierta), el cuenta una anécdota reveladora que asocio con como cultivar plenitud en nuestras vidas. Durante una visita a un rascacielos se encontró con un puente que unía dos torres iguales. El puente era de grueso cristal transparente, a través del cual se podía ver la calle muchos metros por debajo del puente. Cuando el maestro puso un pie en el puente sus músculos se congelaron, su corazón se aceleró y comenzó a sudar. Estaba aterrorizado. Sus pensamientos eran: ¨este puente no me puede sostener¨, ¨si comienzo a caminar a través de él, me voy a caer y voy a morir¨. Inesperada reacción desde el estereotipo habitual de un gran maestro
budista.
Tsoknyi no decidió cambiar de rumbo. Mas bien, se detuvo a observar lo que ocurría en el puente y vio como muchas personas lo cruzaban hacia un lado y hacia el otro despreocupadamente. El maestro se preguntó: ¨Por qué, entonces, yo estoy tan asustado?¨. Después de unos minutos la respuesta llegó. Cuando pequeño el maestro había tomado muchos riesgos, trepando a los arboles más altos y a montañas que hasta los animales evitaban. Las caídas que había sufrido se habían grabado en su cuerpo y al conectarse con ese registro corporal se disparaba una respuesta emocional de miedo. Juntas, estas respuestas físicas y emocionales cristalizaron en la idea de que las alturas son peligrosas. En términos simples un patrón se desarrolló: un ajustado tejido de nudos de reacciones físicas, emocionales y conceptuales que en su conjunto aceptó como un hecho. Una verdad acerca de quién era y en que circunstancias se encontraba. Esta ¨verdad¨ lo capturó la primera vez que intentó cruzar el puente. Lidiar con estos patrones requiere de gran delicadeza y consideración de nuestra parte. Así presenta el Rimpoche la manera de trabajar con estos patrones condicionados para cultivar plenitud:
Me dije. ¨esta bien, sientes que vas a morir si caminas a través de este puente, y piensas que esta emoción es verdadera. Las emociones y los pensamientos son poderosos, pero estos pensamientos y emociones son validos? Mira a toda esa gente caminando a lo largo del puente. Quizás esten nerviosos, quizás esten asustados, pero lo hacer de todas formas. Por lo tanto, voy a tratar de cruzar el puente aún estando asustado.
Así Tsoknyi comenzó a cruzar el puente y a ganar confianza con cada paso que daba. Esto le permitió trabajar con su patrón de condicionamiento y distinguir lo real de su patrón, pero al mismo tiempo observar la falta de adecuación de dicho patrón a la circunstancia presente que enfrentaba.
Una conclusión del autor me resulta particularmente relevante:
Uno de los grandes obstáculos que enfrentamos en la vida es nuestra tendencia a rendirnos muy rápido a varios nudos de pensamientos, emociones y sensaciones físicas, aceptándolas como verdades que nos impiden dar el primer paso en nuestro propio puente.
Me pareció una gran enseñanza la de advertir que nuestros patrones formados por estos nudos de pensamientos, emociones y sensaciones condicionados por nuestra historia, se nos aparecen y son muy reales, pero no siempre validos y adecuados para la circunstancia actual. De esta manera nos alejar de cultivar plenitud en nuestra vida.
Una pregunta clave: ¿Qué patrones históricamente condicionados y no adecuados a tus circunstancias actuales, te impiden comenzar a cruzar tus propios puentes?
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